Una vez finalizada una dieta de adelgazamiento, algunas personas recuperan los kilos perdidos o incluso ganan más peso del que tenían antes de comenzar con la dieta. Esto es lo que se conoce como el efecto rebote. Te contamos cuáles son sus causas y cómo se puede evitar manteniendo unos hábitos de alimentación saludables.
¿Qué es el efecto rebote?
Llamamos efecto rebote al hecho de recuperar el peso perdido, sobre todo de grasa, durante una dieta una vez que ha finalizado.
Este efecto rebote o efecto yoyó se da principalmente en aquellas dietas hipocalóricas que prometen grandes pérdidas de peso en muy poco tiempo, aunque todas las dietas pueden provocar este efecto al consumir menos energía de la que se necesita para que el cuerpo recurra a la grasa de reserva.
Por este motivo, la mayor dificultad no es cumplir con la dieta, sino evitar volver al peso anterior cuando esta finalice.
Causas del efecto rebote
Numerosas dietas ‘milagro’ reducen drásticamente la cantidad de comida ingerida y al comer menos el metabolismo se ralentiza y se disminuye la quema de calorías en reposo, ya que el cuerpo lo interpreta como una falta de nutrientes y almacena grasa corporal por si la necesitara en un futuro. Asimismo, gran parte del peso que se pierde durante las dietas es agua y masa muscular (no grasa).
Cuando finaliza la dieta y se vuelve a comer como antes, el cuerpo empieza a recibir una mayor cantidad de nutrientes, pero al haberse ralentizado el metabolismo se queman menos calorías de las que se ingieren, por lo que se vuelve a subir de peso e incluso, en ocasiones, se superan los kilos que se tenían al inicio de la dieta.
Por tanto, una dieta sana no consiste en dejar de comer, sino en comer mejor e ingerir nutrientes y vitaminas que el cuerpo necesita. La clave está en seguir una alimentación equilibrada que permita ir perdiendo peso de manera progresiva, de la mano, por supuesto, de un profesional médico para aprender a comer y cambiar el estilo de vida.
Consejos para evitar el efecto rebote
Si deseas perder peso de forma sana y que los resultados se mantengan una vez que termines la dieta, toma nota de los siguientes consejos:
- Evita seguir dietas demasiado agresivas o hipocalóricas con las que se pierda peso fácilmente de forma brusca y descontrolada. Lo saludable es perder entre 0´5 kg y 1 kg por semana con una dieta realizada por un profesional y de manera controlada, por lo que como hemos comentado, es importante que te pongas en manos de un médico para que te elabore una dieta de adelgazamiento específica e individualizada.
- Durante la dieta, aprende a comer sano y a adquirir unos hábitos alimenticios saludables para controlar tu peso.
- Come lento y pausado para detectar la sensación de saciedad a tiempo.
- Acostúmbrate a comer en pequeñas raciones cada 3-4 horas para no picar entre horas controlar los ataques de hambre. Empieza cada comida con verdura y luego sigue con un alimento con proteínas (carnes, legumbres).
- Trata de no abusar de los lácteos porque tienen azúcares, así como consumir cereales (pan, pasta, arroz…) en cantidades muy pequeñas y evitar los dulces. Acompaña siempre la ingesta de alimentos con agua.
- Realiza, al menos, 3 sesiones de ejercicio físico semanales para no ralentizar el metabolismo y mantener el sistema muscular.
- Descansa bien, durmiendo 8 horas diarias para cargarte de energía y buen ánimo.
- Una vez finalizada la dieta, continúa practicando ejercicio físico de forma regular y alimentándote de forma sana y equilibrada.
Si durante el tiempo que has estado realizando la dieta has logrado cambiar de hábitos, a partir de este momento conseguirás evitar las situaciones que te llevaban a comer de forma descontrolada y te mantendrás en tu peso ideal.
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