Granos
Desde puntos negros hasta brotes de acné, desde cicatrices de acné hasta marcas de acné. A nadie le gusta tener imperfecciones en el rostro. Sin embargo, casi todo el mundo tiene acné en algún momento de su vida. Además de aplicar cremas contra el acné, ¿cómo pueden ayudarnos los tratamientos estéticos a combatir esta batalla?
¿Qué son los granos?
Los granos y el acné suelen usarse juntos, pero, en sentido estricto, el acné es una enfermedad, mientras que los granos son un síntoma del acné. Por lo tanto, cuando sufres el problema del acné, es posible que tengas granos en la cara.
Existen muchos tipos de acné, como el acné comedoniano, el acné del bebé, el acné inducido por medicamentos, los brotes de acné, etc. Sin embargo, el acné más conocido es el acné adolescente. El acné adolescente se presenta principalmente en adolescentes durante la pubertad, ya que su nivel hormonal masculino es alto.
Los granos se desarrollan a lo largo de una serie de acontecimientos. Comienzan por la secreción excesiva de sebo de la glándula sebácea, la obstrucción de los poros por sebo/células cutáneas muertas, el crecimiento de bacterias que provocan acné en los poros y la inflamación de los poros. Pueden dar lugar a distintos tipos de granos, como pápulas, pústulas, quistes, nódulos, comedones, etc.
Los granos suelen estar relacionados con cualquier cambio en la superficie de la piel, como enrojecimiento, protuberancias, sangre, pus, etc. Sin embargo, los comedones también son, de hecho, un tipo de grano.
Causas
En términos generales, la formación de granos comienza con el aumento de la secreción de hormonas sexuales durante la pubertad y la consiguiente producción excesiva inducida de sebo. La abertura del folículo piloso se estrecha debido a la acumulación de sebo; por lo tanto, el sebo no puede alcanzar la superficie de la piel y queda atrapado en el folículo, formando un comedón. Cuando el comedón está en contacto con bacterias y se infecta. Por lo tanto, la secreción excesiva de sebo, el folículo obstruido, la infección bacteriana y la inflamación son los factores de un brote de acné.
Algunos otros factores que pueden provocar la aparición de acné:
- Cambios hormonales: se deben principalmente al aumento de la secreción de la hormona sexual masculina, ya que estimula la secreción de sebo. Las mujeres durante y antes del período menstrual se ven afectadas por el cambio en su nivel de estrógeno, lo que conduce a la tendencia a la formación de granos. Estos granos relacionados con el período desaparecerán después del período.
- Alimentación y clima: Algunas preferencias dietéticas y condiciones climáticas pueden favorecer la formación de granitos: cacahuetes, chocolate, alimentos fritos, radiación solar, calor, problemas de estreñimiento, mala digestión, etc.
- Cansancio: El exceso de trabajo, la falta de sueño y los cambios emocionales como el estrés y la ansiedad pueden afectar el cambio hormonal.
- Residuos de maquillaje y productos químicos: En ocasiones, nuestra piel se irrita por el contacto con elementos que la afectan y nos salen granitos. Algunos ejemplos de irritantes son los corticoides suprarrenales (de uso interno o externo), algunos productos químicos presentes en los productos cosméticos, aceites industriales, bifenilos policlorados, algunos fármacos antituberculosos, etc.
Síntomas
- Tipos de granos:
- Comedones: los comedones pueden ser cerrados o abiertos. Los comedones cerrados también se conocen como puntos blancos, tienen una abertura del folículo cerrada y no son fáciles de expulsar. Por otro lado, los comedones abiertos se conocen como puntos negros, tienen un folículo abierto y se pueden expulsar.
- Pápulas: los granos se infestan y aparecen como pápulas inflamatorias y puntos negros.
- Pústulas: granos infectados que contienen pus.
- Quistes: granos infectados que contienen pus y sangre. Pueden dar lugar a cicatrices y cicatrices atróficas.
- Nódulos: un quiste no tratado puede convertirse en nódulos de distintos tamaños con piel gruesa, ubicados debajo o encima de la superficie cutánea. Tienen un color rojo pálido o rojo oscuro y una textura dura.
- Grano atrófico: el grano atrófico se produce cuando las pápulas o los quistes dañan las glándulas y forman cicatrices atróficas hundidas.
- Granos agregados: aparece un grupo de granos en la piel, de color rojo, verde y morado.
- Microcomedón: el microcomedón es una etapa temprana de la formación de granos. Parece normal desde el exterior, sin embargo, hay una formación anormal de queratina en la superficie de la piel y se acumulan sustancias en el poro, lo que hace que el folículo piloso se estreche y que la sustancia quede atrapada en el poro.
- Comedones: a medida que el poro se vuelve más pequeño y estrecho, más sebo producido por la glándula queda atrapado y se acumula en el poro. El microcomedón se convierte en un comedón visible desde el exterior.
- Punto negro o comedón abierto: un comedón es una abertura del folículo piloso hacia la piel. Contiene filamentos sebáceos en el poro que se pueden expulsar.
- Punto blanco/comedón cerrado: el punto blanco se produce cuando el poro se obstruye y se acumula sebo en él. Puede desaparecer de forma natural o convertirse en pápulas cuando se infecta.
- Pústulas inflamatorias: a medida que el sebo de la glándula sebácea y las células cutáneas muertas se acumulan en el poro, ejercen presión sobre la glándula sebácea, lo que provoca la ruptura de la glándula y la formación de pústulas inflamatorias. En una afección leve, la pústula se romperá y el pus se filtrará. Los granos finalmente se curarán sin la formación de cicatrices.
Pápulas: Sin embargo, en el caso de una pústula inflamatoria grave, la piel que rodea los granos se tornará roja y dura, y es probable que se transforme en nódulos, quistes, senos nasales y fístulas. La curación de este tipo de pústulas dará lugar a la formación de cicatrices.
Personas afectadas
Dado que la formación de granos está relacionada con el aumento de la secreción de hormonas masculinas, los adolescentes durante la pubertad, independientemente de su género, tienden a sufrir acné adolescente. El acné adolescente suele durar entre 5 y 8 años. A veces, los adultos sufren el problema del acné hasta más tarde, entre los 20 y los 40 años; se lo denomina acné adulto.